Los detalles IMPORTAN
Sentirse bien ¿Qué significa eso? Para mí, es sentir esas ganas de comerse el mundo. Sentirte capaz de lograr todo lo que quieras. Disfrutarte en cada centímetro y espacio.
Pero eso no es algo constante en las personas, es más, para muchas esa sensación de “sentirse bien” ha llegado pocas veces o quizás ninguna.
¿Pero qué podemos hacer para potenciarlo o sentirlo? En mi opinión, amarnos.
Si, querernos, prestarnos atención, cuidarnos. Lo bueno de esto es que es fácil de trabajar, total, estamos con nosotras mismas todo el día. Y el cariño hacia nosotras va mucho más allá de comer sano y hacer ejercicio, quizás eso resulta para algunas, pero hay muchas otras formas de auto demostrarnos cariño y sentirnos bien.
Una a la cual no se le presta la atención que merece, es el verse como uno quiere verse. Y no me refiero a comprar ropa cara ni mucho menos, si no que a hacer, con lo que tienes en tu closet, un look digno de las calles de París. Vivir ese desafío de buscar la combinación perfecta que al otro día hará que te mires al espejo y digas “uff que me veo bien, me lucí con la combinación” sintiéndote estupenda y diseñadora de modas a la vez. El sentirnos cómodas y orgullosas de cómo nos vemos, cada una en su estilo, puede hacer la diferencia en cómo enfrentamos un día. Probablemente cuando tenemos una reunión importante, o una junta social, nos preocupamos de cómo nos vemos, elegimos esa prenda o accesorio que nos hace sentir empoderada, con la que sabemos que “nos vemos bien”, porque queremos llegar ¡a romperla! Pero ¿Por qué no hacer eso todos los días? Aunque sea para quedarte un día de teletrabajo en tu casa sentada frente al pc o para ir a pasear a tu perro. El sentirnos bien con nosotras mejora la experiencia infinitamente, no sólo paseas al perro, si no que te sientes la dueña de perros más genial del mundo, piensas cosas distintas, ves las hojas de los árboles como si las hubieran puesto ahí para que tú, la mejor del mundo, las viera. Nos podemos comer el mundo.
Otra forma puede ser un pequeño mimo en la ducha, disfrutar como pasa la esponja por nuestra piel, aprovechar algún producto o muestra que tengamos por ahí tirado, echarnos crema después de ducharnos, etc. Eso exquisito que se siente cuando sabes que tu piel, ese día, no es igual a la de ayer.
O regalarte unos minutos extra en la mañana para lo que sea, pero para ti. Meditar 5 minutos, disfrutar de un café sentada en un lugar que te guste sin que te interrumpan. Darte el gusto de disfrutar 5 minutos plenamente tuyos, para hablarte, para pensar en ti, para disfrutarte.
Dedicarnos pequeños detalles pueden hacer la diferencia en como enfrentamos el día, en cómo nos sentimos frente a nosotras. No se necesita dinero ni una visita al spa. Basta con encontrar algo que nos haga sentir cómodas, queridas o empoderadas.
Así que la invitación es a regalarnos tiempo. Si las duchas tienen que alargarse porque hoy decidimos que nos exfoliaríamos nuestra maravillosa piel de pies a cabeza, que se alarguen. Si se llegó un poco más tarde al trabajo porque no nos decidíamos entre la chaqueta negra o el blazer azul, se tenía que llegar más tarde no más, fue tiempo invertido en el tremendo look con el que andamos.
Seamos las protagonistas de nuestras vidas, y tratémonos como tal, porque ese día, como cualquier otro, puede ser una experiencia totalmente distinta si nos “sentimos bien”.
Pero eso no es algo constante en las personas, es más, para muchas esa sensación de “sentirse bien” ha llegado pocas veces o quizás ninguna.
¿Pero qué podemos hacer para potenciarlo o sentirlo? En mi opinión, amarnos.
Si, querernos, prestarnos atención, cuidarnos. Lo bueno de esto es que es fácil de trabajar, total, estamos con nosotras mismas todo el día. Y el cariño hacia nosotras va mucho más allá de comer sano y hacer ejercicio, quizás eso resulta para algunas, pero hay muchas otras formas de auto demostrarnos cariño y sentirnos bien.
Una a la cual no se le presta la atención que merece, es el verse como uno quiere verse. Y no me refiero a comprar ropa cara ni mucho menos, si no que a hacer, con lo que tienes en tu closet, un look digno de las calles de París. Vivir ese desafío de buscar la combinación perfecta que al otro día hará que te mires al espejo y digas “uff que me veo bien, me lucí con la combinación” sintiéndote estupenda y diseñadora de modas a la vez. El sentirnos cómodas y orgullosas de cómo nos vemos, cada una en su estilo, puede hacer la diferencia en cómo enfrentamos un día. Probablemente cuando tenemos una reunión importante, o una junta social, nos preocupamos de cómo nos vemos, elegimos esa prenda o accesorio que nos hace sentir empoderada, con la que sabemos que “nos vemos bien”, porque queremos llegar ¡a romperla! Pero ¿Por qué no hacer eso todos los días? Aunque sea para quedarte un día de teletrabajo en tu casa sentada frente al pc o para ir a pasear a tu perro. El sentirnos bien con nosotras mejora la experiencia infinitamente, no sólo paseas al perro, si no que te sientes la dueña de perros más genial del mundo, piensas cosas distintas, ves las hojas de los árboles como si las hubieran puesto ahí para que tú, la mejor del mundo, las viera. Nos podemos comer el mundo.
Otra forma puede ser un pequeño mimo en la ducha, disfrutar como pasa la esponja por nuestra piel, aprovechar algún producto o muestra que tengamos por ahí tirado, echarnos crema después de ducharnos, etc. Eso exquisito que se siente cuando sabes que tu piel, ese día, no es igual a la de ayer.
O regalarte unos minutos extra en la mañana para lo que sea, pero para ti. Meditar 5 minutos, disfrutar de un café sentada en un lugar que te guste sin que te interrumpan. Darte el gusto de disfrutar 5 minutos plenamente tuyos, para hablarte, para pensar en ti, para disfrutarte.
Dedicarnos pequeños detalles pueden hacer la diferencia en como enfrentamos el día, en cómo nos sentimos frente a nosotras. No se necesita dinero ni una visita al spa. Basta con encontrar algo que nos haga sentir cómodas, queridas o empoderadas.
Así que la invitación es a regalarnos tiempo. Si las duchas tienen que alargarse porque hoy decidimos que nos exfoliaríamos nuestra maravillosa piel de pies a cabeza, que se alarguen. Si se llegó un poco más tarde al trabajo porque no nos decidíamos entre la chaqueta negra o el blazer azul, se tenía que llegar más tarde no más, fue tiempo invertido en el tremendo look con el que andamos.
Seamos las protagonistas de nuestras vidas, y tratémonos como tal, porque ese día, como cualquier otro, puede ser una experiencia totalmente distinta si nos “sentimos bien”.